Moviéndose entre el cine más independiente y el blockbuster cinematográfico (estrena en nada como protagonista la esperada ‘The Hunger Games’, enésima intentona hollywoodiense de generar otra franquicia juvenil de éxito), Josh se metió en los zapatos de hijo de la pareja de lesbianas más contundente del último par de años, Julianne Moore y Annette Bening en ‘Los chicos están bien’.
No necesariamente por ello, pero de modo contundente desde entonces, el joven actor se ha postulado, donde y cuando ha hecho falta para unirse a la legión de heteros que hablan claramente en favor de nosotros frente a esa otra legión de born again Christians que van sermoneándonos con sus cuentos de Calleja de serpientes parlanchinas.
Josh participa ahora en la campaña ‘Straight But Not Narrow’, juego de palabras, digamos. Straight significa Hetero pero también Recto en inglés, luego ‘Recto (o hetero), pero no Estrecho’. La organización, que está centrada en combatir el acoso en las escuelas, le ha puesto, por ejemplo, junto otro yogurín, el mestizo canadiense Avan Jogia en un vídeo que se ha filmado en un instituto de Los Angeles.
Apenas en unas horas, ha llegado este gesto acompañado de otro dato. El odio visible a la Comunidad LGBT se ha incrementado estadísticamente. Diría que no, pero ya se sabe que cuando el garaje se inunda, salen de su guarida las ratas y abultan más de lo que parecían. Josh también contribuye a esa limpieza. Corred, ratas, corred…
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